Comunicado de prensa Las Naciones Unidas

SC/7982
16 de enero de 2004


Consejo de Seguridad - Resumen de 2003

A continuación se resumen las principales actividades
del Consejo de Seguridad durante 2003

El Iraq

Antes de la invasión del Iraq el 19 marzo, el Consejo celebró numerosas reuniones en relación con la aplicación de la resolución 1441 (2002), en que se preveía la instauración de un régimen de inspección más estricto y se concedía al Iraq una última oportunidad de cumplir las resoluciones pertinentes del Consejo.

El Presidente Ejecutivo de la UNMOVIC, Hans Blix, y el Director General del OIEA, Mohamed ElBaradei, informaron al Consejo los días 27 de enero, 14 de febrero y 7 y 19 de marzo. El 7 de marzo, el Sr. ElBaradei afirmó que, después de tres meses de inspecciones intrusivas, el OIEA no había encontrado pruebas de que se hubiera reactivado el programa de armamento nuclear. El Sr. Blix informó sobre la marcha del proceso de desarme después de un período en que la parte iraquí se había mostrado un tanto reacia a cooperar. El 5 de junio, el Sr. Blix informó al Consejo de que, hasta el 19 de marzo, los inspectores no habían encontrado pruebas de que los programas de armas de destrucción en masa siguieran en marcha o se hubieran reanudado.

El 5 de febrero, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell, presentó lo que, a su juicio, era la demostración de que el Iraq no se había desarmado, declaró que el país había incurrido en violación grave de la resolución 1441 (2002) y advirtió que ello traería graves consecuencias. Sin embargo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Dominic de Villepin, al que se sumaron otros oradores, dijo que, si había que elegir entre una intervención militar y un régimen de inspección ineficaz, la comunidad internacional debería optar por reforzar las inspecciones.

El 14 de febrero, en relación con la presentación de información por parte de los encargados del régimen de inspección, los Ministros de Relaciones Exteriores de Francia, China, la Federación de Rusia y Alemania, entre otros, se declararon a favor de seguir adelante con el proceso de inspección. Sin embargo, el Sr. Powell, con el apoyo de Jack Straw, Secretario de Estado de Relaciones Exteriores y Asuntos del Commonwealth del Reino Unido, se mostró en contra de alargar eternamente el proceso de inspección. El representante del Iraq afirmó que su país carecía de armas de destrucción en masa y que las afirmaciones del Sr. Powell estaban “completamente alejadas de la verdad”. En un debate celebrado el 7 de marzo, el Sr. de Villepin, afirmó que no permitiría una resolución que autorizara el uso automático de la fuerza, y otros oradores de alto nivel reiteraron su postura.

Los días 18 y 19 de febrero y 11 y 12 de marzo, el Consejo escuchó la opinión de los Estados no miembros del Consejo de Seguridad en debates abiertos convocados por el Movimiento de los Países No Alineados. En esos debates, la mayoría de los oradores instaron al Consejo a que agotara todas las vías pacíficas antes de recurrir a lo que muchos calificaron de “precipitación hacia la guerra”. No obstante, varios oradores, entre ellos los representantes de Australia, el Perú y el Japón, instaron a que se actuara con rapidez a fin de mantener la credibilidad del Consejo.

El 19 de marzo, justo antes del inicio de las hostilidades en el Iraq, el Consejo se reunió una vez más para escuchar a los inspectores principales, cuya misión se había suspendido. El Secretario General, Kofi Annan, afirmó que, cuando estaba claro que el conflicto iba a comenzar, debía hacerse todo lo posible por mitigar el desastre inminente, que fácilmente podía traer consigo hambre y epidemias.

Durante el período posterior al 19 de marzo, la actuación del Consejo vino marcada por la aprobación de las resoluciones 1483 (2003) y 1511 (2003) y por el atentado del 19 de agosto contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad.

En un debate abierto celebrado los días 26 y 27 de marzo, el Secretario General dijo que el mundo estaba viviendo un momento de profundas divisiones y que el Consejo debía redescubrir su unidad de propósito. Mientras durara la guerra, era imprescindible proteger a la población civil. Durante el debate tomaron la palabra unos 68 oradores, la mayoría de los cuales afirmó que la guerra constituía una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Hicieron hincapié en la necesidad de proteger a la población civil iraquí, prestar asistencia humanitaria inmediata, velar por la integridad territorial del Iraq y adaptar el programa de petróleo por alimentos a la nueva situación.

El Consejo recuperó en cierto modo su unidad el 22 de mayo, con la aprobación de la resolución 1483 (2003) por 14 votos a favor, con la ausencia de Siria. Entre otras cosas, la resolución disponía el nombramiento de un Representante Especial del Secretario General y el levantamiento de las sanciones comerciales, y apoyaba la formación de una administración provisional por el pueblo del Iraq, con la ayuda de la “Autoridad” (las Potencias ocupantes bajo un mando unificado) y el Representante Especial.

En su única comparecencia para informar al Consejo, el 22 de julio, el Representante Especial del Secretario General, Sergio Vieira de Mello, exigió que se estableciera cuanto antes un calendario claro para restaurar la soberanía del país a la mayor brevedad posible. Según el Representante Especial, la mayor contribución que podían aportar era seguir la pauta de los iraquíes y, cuando fuera necesario, ayudarlos a lograr el consenso entre ellos, y añadió que las Naciones Unidas no podían remplazar a la Autoridad Provisional de la Coalición. También tomaron la palabra ante el Consejo miembros del Consejo de Gobierno del Iraq.

En su resolución 1500 (2003), aprobada el 14 de agosto por 14 votos a favor y con la abstención de Siria, el Consejo autorizó la creación de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq (UNAMI) por un período de un año y acogió con beneplácito el establecimiento del Consejo de Gobierno del Iraq, integrado por 25 miembros, por ser un “importante paso” hacia la formación de un gobierno internacionalmente reconocido y representativo.

Después del atentado terrorista del 19 de agosto contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad, que se saldó con 23 muertos, entre ellos el Representante Especial del Secretario General, Sergio Vieira de Mello, el Consejo, en una declaración de su Presidente de fecha 20 de agosto, afirmó que las Naciones Unidas no se dejarían intimidar, condenó en los términos más enérgicos a los autores del atentado y subrayó la necesidad de hacerlos comparecer ante la justicia.

El 16 de octubre, el Consejo, que aprobó por unanimidad la resolución 1511 (2003), exhortó a la Autoridad Provisional de la Coalición a que devolviera las atribuciones de gobierno al pueblo iraquí tan pronto como fuera viable, e invitó al Consejo de Gobierno del Iraq a que, a más tardar el 15 de diciembre de 2003, le presentara un calendario para la redacción de una nueva constitución y la celebración de elecciones democráticas. El Consejo instó a los Estados Miembros a que prestaran asistencia a la fuerza multinacional bajo mando unificado para mantener la seguridad en el Iraq. Asimismo, decidió que las Naciones Unidas debían reforzar el papel esencial que desempeñaban en el país. El Secretario General afirmó que haría todo lo posible para aplicar el mandato, teniendo presente su obligación de velar por la seguridad del personal de las Naciones Unidas.

El 21 de noviembre, los representantes de la Autoridad Provisional de la Coalición (los Estados Unidos y el Reino Unido) comunicaron al Consejo de Seguridad que la Autoridad había llegado a un acuerdo con el Consejo de Gobierno del Iraq para establecer una asamblea nacional de transición representativa que asumiría plenamente la soberanía para el 30 de junio de 2004. Asimismo, se había fijado un calendario para la elección directa de una convención constitucional, a más tardar el 15 de marzo de 2005. Mediante referéndum popular se ratificaría una constitución y, a más tardar el 31 de diciembre, se elegiría a un nuevo Gobierno del Iraq. Los representantes de la Coalición ya habían informado al Consejo al respecto el 21 de agosto, de conformidad con la resolución 1483 (2003).

El 16 de diciembre, tres días después de la captura de Saddam Hussein, el Secretario General comunicó al Consejo que las Naciones Unidas estaban dispuestas a asumir plenamente su función en el Iraq, pero que, por motivos de seguridad, pocos miembros del personal de contratación internacional podrían trabajar dentro del país. Por ello, la misión de la Organización se establecería en Chipre y Jordania. Se necesitaba conocer mucho más claramente lo que los iraquíes y la Coalición esperaban de las Naciones Unidas en relación con la asistencia a la transición política. Sin embargo, el Ministro de Relaciones Exteriores del Iraq, Hoshyar Zebari, destacó que la situación que vivían ponía de relieve la necesidad de profundizar la participación de las Naciones Unidas, lo que no podía lograrse eficazmente desde Chipre o Ammán. En virtud de la resolución 1518 (2003), aprobada por unanimidad el 24 de noviembre, el Consejo estableció un comité para que siguiera localizando los activos financieros sustraídos del Iraq por personas relacionadas con Saddam Hussein.

En una declaración de su Presidente de fecha 18 de diciembre, el Consejo de Seguridad prorrogó el mandato de Yuli Vorontsov, Coordinador de Alto Nivel del Secretario General, en relación con la repatriación y el regreso de todos los nacionales de Kuwait y de terceros países, o de sus restos mortales, y con la restitución de todos los bienes de los kuwaitíes, incluidos los archivos, de los que se había incautado el Iraq, de acuerdo con la resolución 1284 (1999).

Programa de petróleo por alimentos

El programa de petróleo por alimentos terminó el 21 de noviembre a medianoche, de conformidad con lo dispuesto en la resolución 1483 (2003). El programa, creado en 1995 para paliar los efectos de las sanciones impuestas después de que el Iraq invadiera Kuwait en agosto de 1990, permitía al Iraq utilizar parte de sus ingresos procedentes del petróleo para adquirir alimentos y medicinas y, proporcionaba a aproximadamente el 60% de la población iraquí su único sustento. El programa se suspendió el 17 de marzo, cuando el Secretario General decidió retirar al personal de las Naciones Unidas del país, justo antes del inicio de las acciones militares.

Mediante la resolución 1472 (2003), aprobada el 28 de marzo, el Consejo autorizó al Secretario General a establecer con carácter de urgencia puntos alternativos, tanto dentro como fuera del Iraq, para la entrega de los equipos y suministros humanitarios, a reenviar las mercancías a dichos puntos cuando procediera, y a tramitar los contratos aprobados tras su revisión a fin de establecer órdenes de prioridad en las necesidades de medicamentos, suministros médicos, alimentos y otros materiales.

En una declaración de su Presidente (véase el documento S/PRST/2003/24), el Consejo subrayó la función excepcionalmente importante que desempeñaba el programa al proporcionar asistencia humanitaria a la población del Iraq bajo el régimen de sanciones impuesto por el Consejo. El Secretario General anunció que la Organización transferiría todas las responsabilidades y los fondos y activos restantes a la Autoridad Provisional de la Coalición. En casi siete años, dijo, el programa de petróleo por alimentos, el único programa humanitario financiado íntegramente con recursos pertenecientes a la nación para la que se había concebido, había tenido que encarar una serie casi imposible de desafíos, para lo que había utilizado unos 46.000 millones de dólares procedentes de las ganancias derivadas de las exportaciones iraquíes.

Misión de Observación de las Naciones Unidas para el Iraq y Kuwait (UNIKOM)

El 6 de octubre marcó el fin de la Misión de Observación de las Naciones Unidas para el Iraq y Kuwait (UNIKOM) y de la zona desmilitarizada entre ambos países. La decisión se había tomado el 3 de julio, con la aprobación por unanimidad de la resolución 1490 (2003), en virtud de la cual se prorrogó el mandato de la UNIKOM por un último período que concluiría el 6 de octubre.


Comunicado de prensa SC/7982 del 16 de enero de 2004.
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