Bajo el tema “Crear resiliencia a través de la esperanza” y en un contexto pandémico y de inseguridad global, la apertura de la Asamblea General subraya la necesidad de una mayor urgencia y ambición para poner fin a la pandemia, garantizar una recuperación ecológica y equitativa e implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Mientras trabajamos para poner fin a la pandemia en todas partes del mundo y reiniciar la economía global, las decisiones que tomemos ahora tienen dos posibles rumbos: garantizar la salud humana, económica y ambiental para las generaciones venideras o, por el contrario, reforzar los viejos patrones que están destruyendo la naturaleza e impulsando la división social. Una recuperación de la COVID-19 inclusiva, sostenible y resiliente es fundamental para que el mundo transite de manera justa a la reducción del calentamiento global, lo cual implicaría a su vez la creación de puestos de trabajo, la disminución de las desigualdades y la mejora de la salud y la seguridad alimentaria. En definitiva, beneficiaría a las personas, el planeta y la economía.

Nuestro mayor desafío, y a la vez nuestra mayor oportunidad, es utilizar esta crisis para dar un giro hacia un futuro mejor a través de una mayor y más eficaz cooperación internacional.

Además del Debate General, este año la ONU celebra una serie de conferencias internacionales para abarcar acciones y soluciones que aseguren vidas saludables, pacíficas y prósperas para todos. A ellas se une otra serie de eventos de alto nivel en torno a la misma temática.