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Mensaje del Secretario General

relativo al Día Internacional de las Personas con Discapacidad

3 de diciembre de 2008

Este año, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra una semana antes del 60° aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Las Naciones Unidas conmemoran ambas efemérides con el siguiente lema: "Dignidad y justicia para todos".

Tenemos mucho que celebrar este año. La entrada en vigor de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad en mayo constituyó un hito. Cuando la Conferencia de las Partes se reunió por primera vez, en octubre, los participantes comenzaron a estudiar inmediatamente qué servicio podría prestar la Convención como instrumento para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Hay que agradecer este progreso a la participación activa y al liderazgo de las personas con discapacidad, a quienes se ha dado acceso a todos los aspectos de nuestra labor y se les ha permitido que participen en ella.

Las Naciones Unidas mantienen su adhesión a ese planteamiento. La renovación del recinto de nuestra Sede mediante el Plan maestro de mejoras de infraestructura adaptará nuestras instalaciones a las normas de accesibilidad más recientes. Esa renovación debería haberse hecho hace mucho tiempo.

La Asamblea General ha recalcado que, para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, debemos involucrar a las personas con discapacidad en todos los procesos. Habida cuenta de que el 80% de esas personas, es decir, más de 400 millones, viven en países pobres, tenemos que hacer mucho más de lo que hacemos para romper el círculo vicioso de la pobreza y la discapacidad.

El lema de la comunidad internacional de personas con discapacidad es: "Nada que nos afecte sin contar con nosotros". Una persona con discapacidad de Swazilandia, que ha luchado por que se implante una política en materia de discapacidad en dicho país, ha declarado lo siguiente: "Se requiere una integración total para extirpar el mal de la estigmatización".

En sintonía con ese espíritu, insto a los gobiernos y a todas las partes interesadas a que velen por que las personas con discapacidad y sus organizaciones participen en todos los procesos de desarrollo. De esta manera, promoveremos la integración y allanaremos el camino para mejorar el futuro de todos los miembros de la sociedad.