The information below is based on the Report of the Secretary-General 

Con la entrada del conflicto en Nigeria en su noveno año, se observó un aumento en los incidentes denunciados de violencia sexual en el noreste, que ascendieron a 997 en 2017, en comparación con 644 en 2016. Esos casos comprendían violaciones, esclavitud sexual y matrimonios forzados por parte de los insurgentes de Boko Haram. Las mujeres y las niñas que fueron secuestradas, violadas y casadas por la fuerza en cautiverio se enfrentan a una grave estigmatización social a su regreso, pues a menudo se sospecha que son simpatizantes. Las que regresan embarazadas o con hijos concebidos durante una violación son frecuentemente rechazadas u obligadas a elegir entre sus bebés y sus familias. También aumentó el uso de mujeres y niñas secuestradas como terroristas suicidas. En el clima prevaleciente de desesperación económica, muchas mujeres y niñas se han visto obligadas a intercambiar sexo por alimentos o libertad de circulación.

En 2017, el Gobierno logró la liberación de 82 niñas secuestradas en Chibok en 2014, pero 112 siguen desaparecidas. Las Naciones Unidas prestaron apoyo a 337.342 civiles, en su mayoría mujeres y niñas, brindándoles atención médica, servicios de tratamiento clínico para supervivientes de violaciones sexuales y asesoramiento psicosocial. Más de 5.600 mujeres recibieron ayuda para la subsistencia, y se establecieron 15 “espacios seguros y adaptados a las necesidades de las mujeres” en zonas recién liberadas del control de Boko Haram. Durante el período que abarca el informe, 605 niñas y 577 mujeres que sobrevivieron a la violencia sexual relacionada con el conflicto recibieron asistencia socioeconómica para la reintegración en el estado de Borno. En julio de 2017, mi Representante Especial participó en una visita de alto nivel a Nigeria centrada en el empoderamiento y la protección de la mujer, que puso de relieve el imperativo de la rendición de cuentas, la supervisión y la capacitación de las fuerzas de seguridad, la necesidad de prestar apoyo a todos los supervivientes de secuestros y abusos, la importancia de hacer frente al aumento del número de matrimonios precoces y de la explotación sexual en situaciones de desplazamiento, y la necesidad de apoyar la participación política de las mujeres. El diálogo en curso entre el Gobierno y las Naciones Unidas ha arrojado luz sobre las medidas de lucha contra el terrorismo que han violado los derechos y las libertades de la mujer, como la práctica de detener a las personas liberadas del cautiverio de Boko Haram como afiliadas o como activos de inteligencia.

Recomendación

Insto a las autoridades a que velen por que se rinda cuentas por los delitos de violencia sexual, mejoren la prestación de servicios y perfeccionen las medidas de protección y prevención tanto en las comunidades afectadas por el conflicto como en los campamentos de desplazados. Debe prestarse apoyo socioeconómico para la reintegración de las mujeres y niñas desplazadas que regresan a sus lugares de origen, en particular las supervivientes del cautiverio de Boko Haram, que deben ser consideradas como víctimas del terrorismo y no como afiliadas a esa organización.