La Sala de Meditación, a veces llamada ""Sala de la Tranquilidad"", se inauguró en 1952 y luego se renovó en 1957. El propio Dag Hammarskjöld se encargó de gran parte del diseño del espacio. 

Suecia donó el altar de piedra de mineral de hierro de 6 toneladas como muestra de permanencia en un mundo de cambios. Los 12 bancos fueron diseñados por Carl Malmsten (1888 - 1972), un diseñador de muebles, arquitecto y educador sueco, conocido por su interés en la artesanía tradicional simple. Un mural abstracto del artista sueco Bo Beskow, amigo íntimo de Hammarskjold, realza la sala y está pintado con formas geométricas azules, blancas, amarillas y grises. El único punto negro, o semicírculo, lleva la mirada del visitante a un punto de reposo. Se optó por un diseño abstracto en consonancia con los fines interreligiosos de la sala, donde la gente podía refugiarse en sí misma, independientemente de su fe, credo o religión. Muchos grupos diversos se reunieron para convertirse en los ""amigos de la sala de meditación de la ONU"" y contribuyeron a su renovación y mantenimiento. 

En la ceremonia de inauguración, Hammarskjöld señaló: ""Tenemos en nuestro interior un centro de descanso rodeado de silencio. Esta casa, dedicada al trabajo y al debate al servicio de la paz, debería tener una sala dedicada al silencio en el sentido exterior y a la tranquilidad en el sentido interior... Personas de muchos credos se reunirán aquí y, por esa razón, no se podría utilizar ninguno de los símbolos a los que estamos acostumbrados en nuestra meditación"". 
En octubre de 2021, la misión permanente de Suecia ante las Naciones Unidas volvió a mejorar la sala sustituyendo los muebles, y donó 12 bancos nuevos, idénticos al banco Carl Malmsten original. Fueron fabricados por la misma empresa utilizando las mismas técnicas, diseños y materiales que los originales. 

Esta sala está dedicada a la paz y es un punto de encuentro para eventos regulares de reconocimiento a quienes se han dedicado a la búsqueda de la paz.