Acciones por una sociedad justa

Fotocomposición: cinco manos sosteniendo pequeñas banderas con los iconos de los objetivos de desarrollo sostenible 11, 3, 5, 2 y 4

Las sociedades justas hacen realidad los derechos humanos, sin dejar a nadie atrás. Esa es la promesa central de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Todo el mundo debe tener alimentos suficientes, así como atención sanitaria y educación de calidad. Debe ponerse fin a todo tipo de discriminación. Una sociedad justa comienza en la vida cotidiana. En todo lo que hagas, sé justo. Sé amable. Sé generoso.

Defiende la igualdad de género

Contrata a una mujer por el mismo salario que a un hombre. Diles a todos tus conocidos que no hay justicia sin la justicia de género. Enorgullécete de ser feminista. Defiende los derechos LGBTQI. Desafía los estereotipos de los medios de comunicación. Rechaza el lenguaje sexista. La vida cotidiana está llena de oportunidades para avanzar en la igualdad de género, y se necesitan todas, y muchas más. Al ritmo actual de progreso hacia la igualdad, se necesitarán no solo años, sino siglos para cerrar todas las brechas de género. No lo olvidemos: ningún país ha alcanzado la igualdad de género. Infórmate sobre la evolución de tu país al respecto y únete a los defensores que piden un cambio más rápido.

Educa a los niños acerca de la igualdad

Los niños adquieren ideas sobre el mundo, literalmente, desde el día en que nacen. Sé un buen modelo de igualdad y justicia en tu forma de hablar y comportarte: los niños imitarán lo que haces. Escúchalos y anímales a pensar en cómo los demás pueden verse o vivir de forma diferente. Supervisa las redes sociales y otros medios de comunicación, e incluso libros y juguetes, para evitar los que transmiten estereotipos de género, raciales o de otro tipo. Ten en cuenta que los clichés de género pueden limitar tanto a los niños como a las niñas.

Patrocina una beca

Si tienes los medios, aunque sea una pequeña cantidad, financia una beca para ayudar a un niño con dificultades a completar su educación. También puedes colaborar con tu empresa para recaudar fondos, o incluso adoptar un enfoque de financiación colectiva. Puedes optar por financiar la educación general o elegir un tema que te interese, como la música o las ciencias. Puedes completar tu generosidad económica ofreciendo también parte de tu tiempo. Un encuentro con los becarios puede servir para orientarles y permitirte ver de primera mano los resultados de tu generosidad.

Recauda fondos para escuelas

Organiza una recaudación de fondos para escuelas, en tu propia comunidad o en otros lugares, que luchen por mantener las necesidades de los estudiantes, incluyendo el aprendizaje en línea. Si a tus hijos les sobra material escolar, uniformes o dispositivos digitales, busca la forma de donarlos. Explora la posibilidad de un intercambio educativo que pueda conectar tu escuela local con una de otro país para que los niños puedan aprender los unos de los otros y apoyarse mutuamente. La mayoría de los niños del mundo van hoy a la escuela primaria, pero una de cada cuatro escuelas carece de elementos básicos como electricidad y agua potable, esenciales para un aprendizaje de calidad. La mitad de los alumnos del mundo no tienen ordenador en casa.

Ayuda a un banco de alimentos

Aunque un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano acaba en la basura, el hambre va en aumento. Comprométete a no desperdiciar alimentos en tu propia cocina, donando regularmente el excedente de latas y productos de tu despensa a un banco de alimentos local. Hazte voluntario para cocinar o distribuir alimentos. Súmate a la defensa de la inversión en mejores sistemas alimentarios para los países más pobres, donde el 40 % de las pérdidas de alimentos se producen después de la cosecha por razones como un almacenamiento deficiente.

Trabaja en tu autocuidado

Es sencillo. Cuídate. Procura acabar pronto de trabajar. Sal a dar un paseo. Duerme hasta que te despiertes. Planta un jardín o haz cualquier otra cosa que alegre tus días. Serás más feliz y estarás más sano. Nuestro mundo de ritmo apresurado y frenético necesita desacelerar, y el punto de partida puede estar en cada uno de nosotros. Haz del autocuidado una práctica habitual y, aunque te sientas estresado, podrás sobrellevarlo mejor. Los distintos pilares del autocuidado son el mental, el emocional, el físico, el medioambiental, el espiritual, el recreativo y el social. Elige aquello que te funcione mejor.

Defiende una atención sanitaria de calidad

Suma tu voz al llamamiento mundial a una cobertura sanitaria universal y una atención de calidad que la población pueda permitirse. Muchos grupos de la sociedad civil se encargan de estos temas: haz donativos para estos grupos o aporta tu tiempo o tus conocimientos como voluntario. Da un paso al frente por una mejor atención sanitaria en general o busca un tema que sea importante para ti, como el cáncer o la vacunación infantil. La pandemia nos lo demostró: la atención sanitaria está mejorando, pero aún tiene mucho camino por recorrer. A pesar de la creciente demanda de atención, la mayoría de los sistemas sanitarios no estuvieron preparados. Ahora es el momento de que los sistemas sanitarios públicos y privados se preparen. Por ejemplo, en los próximos diez años el mundo necesitará 10 millones más de trabajadores sanitarios al día para seguir el ritmo.

Aprende y ayuda a reducir los estigmas de la salud mental

Muchas personas sufrirán algún tipo de problema mental en algún momento de su vida. Pero, debido al estigma, muchos de nosotros lo padeceremos en silencio. Los costes son trágicos: cada 40 segundos alguien muere por suicidio en algún lugar del mundo. Si te sientes cómodo, habla abiertamente con tus amigos y familiares sobre tu salud mental, como harías con cualquier otro problema de salud. No te quedes callado frente a comentarios desalentadores o discriminatorios, y busca tratamiento si lo necesitas. Fórmate y toma conciencia de los riesgos para tu salud mental y la de tus seres queridos, y busca información sobre los recursos a los que puedes acceder si necesitas ayuda.

Defiende la accesibilidad y la inclusión

Promover un entorno inclusivo es esencial para garantizar los derechos de todas las personas. En todo el mundo, 1300 millones de personas, aproximadamente el 16 % de la población, tienen algún tipo de discapacidad, y no todas son obvias o fáciles de ver. Sin embargo, las personas con discapacidad suelen ser objeto de discriminación y exclusión. Tú puedes cambiar la situación. Aboga por espacios inclusivos y accesibles, ya sean físicos o en línea. Allá donde estés, hazte oír cuando seas testigo de cualquier forma de discriminación.

Conoce tus derechos

La mayoría de los países se han comprometido con las normas de derechos humanos y las han plasmado en leyes nacionales, por ejemplo, garantizando los derechos a la salud y la educación, y estableciendo protecciones contra la violencia de género. Infórmate sobre qué instrumentos de derechos humanos ha ratificado tu país y participa en las convocatorias para su implantación y seguimiento. Un punto de partida puede ser tu propia localidad; algunos municipios han trasladado normas internacionales a la legislación local.

Elige tu causa. Genera un impacto.