El Secretario General Kofi Annan habla en la inauguración del 24º período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Social en Ginebra en 2000.

El Secretario General Kofi Annan habla en la inauguración del 24º período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Social, en el Palais des Nations, 26 de junio de 2000, Ginebra, Suiza. Foto ONU/Milton Grant

24° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre desarrollo social
26 de junio a 1 de julio de 2000, Ginebra, Suiza

Antecedentes

Copenhague +5 

La Asamblea General de las Naciones Unidas convocó una sesión especial en Ginebra en junio de 2000 para evaluar los logros desde la Cumbre Social de Copenhague de 1995. El 24° período extraordinario de sesiones marcó el quinto aniversario de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 1995 en Copenhague, Dinamarca, una conferencia que promovió la agenda de desarrollo social como una prioridad internacional. Al examinar los acontecimientos ocurridos desde Copenhague, los Estados Miembros acordaron que los avances en la reducción de la pobreza y el desempleo no se habían materializado y que los países aún estaban lejos de alcanzar los objetivos establecidos internacionalmente en materia de salud y educación.

El período extraordinario de sesiones se tituló Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y más allá: lograr el desarrollo social para todos en un mundo en proceso de globalización. En el período extraordinario de sesiones se llegó a un acuerdo sobre una amplia gama de iniciativas para reducir la pobreza y estimular el crecimiento del empleo en la economía mundial. En un momento de intereses muy divergentes entre los países en desarrollo y los países desarrollados sobre cuestiones económicas y comerciales, los Estados Miembros lograron acordar una serie de medidas para promover el desarrollo social y mitigar los efectos adversos de la globalización. El acuerdo resultante proporcionó metas y estrategias específicas que tendrían importantes ramificaciones para los gobiernos nacionales y las instituciones internacionales en el establecimiento y el logro de los objetivos de desarrollo social.

Tras señalar que la globalización y los rápidos avances tecnológicos ofrecen oportunidades y beneficios sin precedentes, la Sesión Especial concluyó que un número creciente de personas en todos los países y regiones siguen marginadas por la economía mundial. Reducir la pobreza, promover el crecimiento del empleo y asegurar la participación de todas las personas en el proceso de toma de decisiones fueron los principales objetivos del acuerdo alcanzado. Para lograr estos objetivos, los países respaldaron acciones para garantizar una mejor educación y salud, incluso en tiempos de crisis financiera.

Sin renegociar el resultado de la Cumbre Social, el período extraordinario de sesiones logró ir más allá de Copenhague para llegar a acuerdos sobre temas cada vez más delicados, como la fiscalidad nacional, fuentes de financiación nuevas e innovadoras y sobre la necesidad de una mayor apertura, transparencia y rendición de cuentas en los gobiernos de los países y organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La Asamblea General aprobó un documento final titulado Nuevas iniciativas para el desarrollo social, que consistía en una declaración política que reafirmaba la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social y el Programa de Acción cinco años antes, un examen y una evaluación de la aplicación de los resultados de la Cumbre Mundial de 1995 para Desarrollo Social, y recomendó nuevas acciones e iniciativas para implementar los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.