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Día Internacional del Personal de Paz de la ONU, 29 de mayo

Mensaje conjunto de Hervé Ladsous, Secretario General Adjunto de la ONU para el DOMP, y Ameerah Haq, Secretaria General Adjunta de la ONU para el DAAT

Personal paz de las Naciones Unidas: Una fuerza para el futuro

Era una noche oscura de febrero en Kivu del Norte, una montañosa provincia de Congo Oriental. A las 2:45 hs, una pequeña y silenciosa aeronave no tripulada y sin armas, sobrevolaba un pueblo en pleno territorio Massisi y enviaba imágenes en vivo de un grupo de hombres armados que muy poco antes habían arremetido contra un puesto militar local. Al tiempo que la aeronave no tripulada transmitía las imágenes en vivo al centro de control, altos jefes militares se preparaban para movilizar a sus soldados en caso de que la población civil en a zona fuera amenazada directamente. El ataque nunca se materializó, pero si hubiese sucedido, la banda de intrusos hubiese recibido una bienvenida poco placentera. No se trata de una escena de alguna película de Hollywood sino de algo que está sucediendo en este momento con las Fuerzas de Mantenimiento de Paz de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo.

Hoy, 29 de Mayo, recordamos el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas en honor a 106 soldados de paz que perdieron la vida durante 2013. En el último año, las fuerzas de paz de las Naciones Unidas han tenido que adaptarse a nuevas amenazas y desafíos para ayudar a más personas que nunca en algunos de los conflictos más destructivos del mundo.

Hace como dos meses, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estableció nuestra misión más reciente en la República Centroafricana, un país que vive una violencia generalizada. Una vez finalizado nuestro despliegue, una fuerte presencia de 12.000 militares y policías protegerán a la población, cristianos y musulmanes por igual, y asistirán a las autoridades para restablecer las instituciones del estado, lo que a largo plazo contribuirá a garantizar la estabilidad en el país. En otro lugar, Mali, nuestra misión debe enfrentarse a constantes ataques y a una violencia latente al mismo tiempo que continúa promoviendo un dialogo inclusivo y una solución duradera al conflicto. En Sudán del Sur, el país más joven del mundo, nuestra misión opera en medio de una crisis política, que ha resultado en miles de muertos y millones de personas desplazadas. Cuando el ejército nacional abandonó la imparcialidad y se involucró directamente en el conflicto, la misión de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz en el país tuvo que adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias y asumir la protección de más 85.000 civiles abriendo sus puertas y permitiéndoles la entrada al territorio de la misión.

De cara a estos nuevos desafíos, el personal de paz de las Naciones Unidas debe encontrar nuevas soluciones a un bajo costo. Las crecientes dificultades financieras internacionales nos han obligado a ser creativos a la hora de innovar y modernizarnos para asegurar una fuerza de paz eficiente, apta para cumplir con lo que se espera de ella ahora y en el futuro.

El año pasado, para hacer frente a lo que representa proteger las vidas de los civiles en la vasta República Democrática del Congo – donde hay solo un soldado de paz por cada 117 kilómetros cuadrados – pusimos en marcha el programa de vehículos aéreos no tripulados UUAV, una tecnología de avanzada para las Naciones Unidas. También en el este del país, donde las comunidades viven bajo la constante amenaza de milicias armadas, desplegamos un equipo especial “Brigada de Intervención” para apoyar al ejército congolés. En noviembre del año pasado, esta brigada ayudó al ejército a derrotar al “Movimiento 23 de Marzo” (M23) un grupo armado que operaba en la provincia de Kivu del Norte, liberando la región que estaba bajo su control, aliviando a las poblaciones civiles de su constante amenaza.

Al tiempo que aumenta la demanda de personal de paz de las Naciones Unidas y se espera que la Organización obtenga resultados inmediatos en escenarios rápidamente cambiantes, las Naciones Unidas ha creado plataformas que le permiten a adaptarse rápidamente y hacer más con menos recursos. Las Naciones Unidas conformarán un Panel de Expertos en Innovación Tecnológica que le aconsejará sobre el aprovechamiento de nuevas tecnologías.

Las Naciones Unidas también ha formado un centro regional en Entebe, Uganda, para compartir el uso de los recursos aéreos. Esto ha ahorrado alrededor de 100 millones de dólares a la organización entre el año 2011 y 2013. Nuestros Cascos Azules se vuelven más “verdes" y amigables con el medio ambiente a través del uso responsable y mejor administrado de los limitados recursos, al tiempo que buscamos mejorar el entorno de nuestras misiones a fin de dejar el territorio en mejores condiciones al finalizar el trabajo. Utilizamos sistemas de información geográfica para encontrar agua para las misiones de manera tal a no perjudicar la provisión local de agua. Se han instalado plantas para el tratamiento de agua residual y proyectos de reciclaje en nueve misiones con el objetivo de implementar este sistema en todas nuestras operaciones.

Los Estados Miembros y las Naciones Unidas tienen la responsabilidad fundamental de prevenir el conflicto armado y proteger a las personas de la violencia y otros crímenes atroces. Actualmente, la protección es la primera finalidad de las misiones modernas de mantenimiento de paz. Diez de las misiones, que equivalen a un 95% del personal desplegado, tienen el mandato de proteger a la población civil.

Para que las misiones de paz de las Naciones Unidas puedan responder rápidamente a una crisis, tal como en Sudán del Sur, o enfrentar la complejidad de amenazas contemporáneas como las que se viven en Mali o en la República Centroafricana, hemos afianzado las alianzas con Estados Miembros y organizaciones regionales y subregionales a la vez de buscar una cooperación entre las misiones. En Mali y ahora en la República Centro Africana hemos trabajado muy de cerca con la Unión Africana y con otros grupos subregionales.

Durante los últimos 65 años, las fuerzas de paz de las Naciones Unidas han venido desempeñando tareas difíciles en situaciones complejas. Las operaciones de paz de las Naciones Unidas representan un instrumento único, con una legitimidad universal que las hace incomparables con cualquier otro recurso al alcance de la paz y la seguridad internacionales. Todo con un presupuesto anual que representa menos de medio por ciento del total del gasto militar. Las fuerzas de paz de las Naciones Unidas no solo son indispensables sino que también representan una muy buena inversión.

Hoy, al recordar a nuestros colegas caídos, nos dedicamos con los Cascos Azules a ser una fuerza para la paz, una fuerza para el cambio y una fuerza para el futuro.

Sección de Servicios de Internet, Departamento de Comunicación Global de las Naciones Unidas