Ahora que los países y las regiones de todo el mundo se enfrentan a los efectos negativos del cambio climático y a la creciente demanda de recursos hídricos, la necesidad de un marco adecuado de gobernanza del agua es cada vez más acuciante. A nivel mundial, una de cada tres personas no tienen acceso a una fuente de suministro de agua potable, dos de cada cinco no disponen de una instalación básica para el lavado de manos con agua y jabón y más de 673 millones de personas siguen defecando al aire libre. Tras la COVID-19 esta necesidad de garantizar agua potable para todos es aún más urgente, dado que el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene es fundamental para luchar contra el virus. El Día Mundial del Agua, que se celebra todos los años el 22 de marzo, es la ocasión perfecta para que conozcamos el modo en que los/las jóvenes pueden contribuir a resolver los problemas relacionados con el agua.

El agua contaminada se vierte lentamente en un filtro corriente, cuyo fondo contiene sustancias químicas, como sílice, magnesio, carbonato y biocarbón. El agua ya purificada sale por el extremo inferior del filtro y entra en contacto con un sensor de flujo. Después de transmitir los datos pertinentes a un servidor en la nube, el sensor se ilumina de nuevo con “luz verde”, que indica que el agua se ha purificado y está lista para su consumo. Este proceso tarda menos de diez minutos y elimina más de un 94% de los plaguicidas y un 95% de los microplásticos.

El proceso es asombroso en dos aspectos. En primer lugar, el coste mensual del funcionamiento del filtro es inferior a $1, debido a que, en el proceso de filtrado, se han integrado componentes inocuos para el medio ambiente, como la biomasa. En segundo lugar, su autora, Eshani Jha, era solo una estudiante de educación superior cuando presentó esta idea para optar al Premio Juvenil del Agua de Estocolmo, galardón que ganó en 2021. En su presentación, Eshani afirmó que este tipo de investigación reviste especial importancia en el mundo actual, en el que proliferan los antibióticos y los microplásticos utilizados en la fabricación de mascarillas, guantes y envases desechables para protegerse contra la COVID-19. Eshani ya está trabajando en colaboración con una importante empresa fabricante de automóviles que se va a encargar de producir la masa para el filtro.

Desde 1997, el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI, por sus siglas en inglés), institución sin fines de lucro con sede en Suecia, convoca todos los años el Premio Juvenil del Agua de Estocolmo con la finalidad de alentar a los/las jóvenes a contribuir a resolver los problemas relacionados con el agua. En un informe publicado en 2021, el SIWI resaltaba la importancia de promover la participación de los/las

jóvenes en los procesos de adopción de decisiones, no solo en lo tocante a la representación y el derecho de participación, sino también para garantizar la continuidad de los logros a largo plazo en el ámbito de las políticas. Elizabeth Yaari, que encabeza el equipo del SIWI encargado de la cooperación en la gestión de las aguas transfronterizas, cree que estos/as jóvenes saldrán de las universidades y otros centros educativos en los que habrán adquirido competencias técnicas de última generación muy demandadas en el ámbito de los recursos hídricos.

Los/las jóvenes de hoy no solo se benefician directamente de las políticas en vigor sobre la gobernanza del agua, sino que, además, tienen que colaborar para garantizar el acceso a agua potable en los decenios o los siglos venideros, y con este fin muchas instituciones en todo el mundo están redoblando los esfuerzos para cultivar las capacidades de la próxima generación.

En primera línea de este tipo de iniciativas está la iniciativa Young Water Diplomats (YWD), un programa de conferencias de seis meses de duración organizado por IHE Delft, una institución de investigación de los Países Bajos. El objetivo del programa es formar a los/las jóvenes para que adquieran conocimientos técnicos e hidrológicos que les permitan convertirse en “diplomáticos del agua” y colaboran en el futuro con las partes interesadas para promover la cooperación internacional en la esfera de los recursos hídricos. Entre los conferenciantes que fueron invitados a participar en la edición de 2021 del Programa se encontraban el Profesor Aaaron Wolf, prestigioso experto y negociador en la esfera de los recursos hídricos, así como el Dr. Shreedar Maskey, ingeniero con experiencia en modelos de sistemas de recursos hídricos y en la planificación de evaluaciones del cambio climático.

Según Jenniver Sehring, una de las personas encargadas de la organización del Programa, para cambiar algunas actitudes o alentar a las personas a pensar de una manera no convencional, suele ser más fácil empezar por los/las jóvenes. Se espera que los participantes, una vez finalizado el Programa, lleven sus competencias a sus países de origen y las apliquen en su carrera profesional, ya sea en el sector público, en el sector privado, en una organización sin fines de lucro o en el sector académico.

Mejorar el acceso al agua es una de las principales prioridades de las Naciones Unidas. Prueba de ello es que el “Agua limpia y el saneamiento” constituyen el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible. Además, la Organización alienta a las partes interesadas a garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible de los recursos hídricos. Por otra parte, en 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 2018-2028 Decenio Internacional para la Acción “Agua para el Desarrollo Sostenible” para llamar la atención a nivel mundial ante el déficit previsto de un 40% de los recursos de agua dulce para 2030. A pesar de todas estas desalentadoras previsiones, puede que el futuro de la gobernanza del agua no sea tan sombrío si las nuevas generaciones están dispuestas a afrontar el desafío.