Los lápices, un producto omnipresente usado por estudiantes en todo el mundo, en particular en la enseñanza primaria y secundaria, no suelen ser incluidos en procesos de reciclaje. Sin embargo, la meta 12.5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible llama a “reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización”. En esta línea, y teniendo en cuenta el impacto medioambiental de la producción de lápices de madera, un grupo de estudiantes del Colegio de Ingeniería Rajalakshmi, una institución miembro de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) en la India, ha desarrollado una solución innovadora.

Se considera que más de 8 millones de árboles son talados cada año para producir los lápices que usamos a diario. La desforestación afecta a más de 13 millones de hectáreas de superficies forestales, de las cuales un 36% se dedica a la fabricación de papel y un 42% a la de madera y productos derivados, incluidos entre 18.000 y 20.000 millones de lápices. Además, cada año se producen cerca de 85.000 millones de toneladas de residuos de papel, de los cuales un 40% acaba en vertederos. A esto deben sumarse los 9.000 millones de lápices usados que se tiran cada año en todo el mundo, sumándose a los residuos plásticos.

Teniendo en cuenta esta realidad, el proyecto Kaagith busca fabricar bolígrafos y lápices a partir de residuos de papel. Casi 40 estudiantes han dedicado varias horas al proyecto, creando productos a partir de materiales reciclados y trabajando en colaboración con distintas partes interesadas para garantizar que el proyecto beneficie a grupos locales vulnerables. El objetivo final es reducir la dependencia de la madera para la fabricación de lápices mediante el uso de materiales reciclados, además de proporcionar un medio de subsistencia a las comunidades más desfavorecidas.

Para fabricar lápices y bolígrafos se usaron periódicos y papel desechados. Además, en ambos casos se incluyeron semillas para promover la reforestación, de acuerdo con las medidas sugeridas en el Objetivo 15: Vida de los ecosistemas terrestres, y específicamente su meta 15.2, que llama a “aumentar considerablemente” estos esfuerzos a nivel global. Las semillas listas para plantar que se incluyen en estos lápices y bolígrafos podrán germinar y dar lugar a plantas o árboles si se desechan de forma adecuada, ayudando así a promover la reforestación a la vez que reducen la huella de carbono de estos productos.

Los productos Kaagith están disponibles en distintos colores, para resultar más atractivos a los posibles consumidores. Se ofrecen además en kits que pueden ser personalizados, para alentar a las empresas a usarlos para promover prácticas responsables con el medio ambiente. Entre los beneficiarios inmediatos de este proyecto se incluyen los responsables de la recogida de residuos de papel, que proporcionan la materia prima, y los trabajadores migrantes domésticos, que colaboran en la fabricación de los productos. “Atrapados en la pandemia de COVID-19, este equipo nos ofreció un rayo de esperanza”, señala Prabhu B., un trabajador migrante doméstico del estado de Bihar, al este de la India.

La venta de los productos también beneficia de forma indirecta a los vendedores locales, permitiéndoles obtener unos ingresos sustanciales. El equipo encargado del proyecto espera que más de 200 familias reciban un impacto positivo a corto plazo. “A medio y largo plazo, las ganancias parecen prometedoras” afirma Mothieshwar J. K., líder del equipo. También esperan poder incrementar el alcance del proyecto mediante el establecimiento de acuerdos formales para la fabricación y venta de los productos a mayor escala.