Ruinas de una escuela gestionada por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA ) en el campamento de Shatila, Beirut. 1985

 

Historia y antecedentes

La cuestión de Palestina se planteó ante las Naciones Unidas poco después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los orígenes de la cuestión palestina como asunto internacional se remontan a los sucesos que tuvieron lugar hacia el final de la Primera Guerra Mundial. Estos acontecimientos condujeron a la decisión de la Sociedad de Naciones poner a Palestina bajo la administración de Gran Bretaña como Potencia Mandataria en virtud del Sistema de Mandatos adoptado por la Sociedad. En principio, el Mandato debía tener el carácter de una fase transitoria hasta que Palestina alcanzara el estatus de nación plenamente independiente, estatus reconocido provisionalmente en el Pacto de la Sociedad, pero de hecho la evolución histórica del Mandato no tuvo como resultado el surgimiento de Palestina como nación independiente.

La decisión sobre el Mandato no tuvo en cuenta los deseos del pueblo de Palestina, a pesar de los requisitos del Pacto de que "los deseos de estas comunidades deben ser una consideración principal en la selección del Mandatario". Esto cobró especial relevancia porque, casi cinco años antes de recibir el mandato de la Sociedad de Naciones, el gobierno británico había contraído compromisos con la Organización Sionista en relación con el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina, para lo cual los líderes sionistas habían insistido en una reivindicación de "conexión histórica", ya que sus antepasados habían vivido en Palestina dos mil años antes antes de dispersarse en la "diáspora".

Durante el período del Mandato, la Organización Sionista trabajó para asegurar el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina. La población autóctona de Palestina, cuyos antepasados habían habitado la tierra durante prácticamente los dos milenios anteriores, sintió este designio como una violación de sus derechos naturales e inalienables. También consideraban que era una violación de las garantías de independencia dadas por las potencias aliadas a los dirigentes árabes a cambio de su apoyo durante la guerra. El resultado fue una creciente resistencia al Mandato por parte de los árabes palestinos, seguida del uso de la violencia por parte de la comunidad judía cuando la Segunda Guerra Mundial tocaba a su fin.

Tras un mandato de un cuarto de siglo, el Reino Unido remitió a las Naciones Unidas lo que se había convertido en "la cuestión de Palestina", alegando que su condición de Mandatario imponía obligaciones contradictorias que resultaban irreconciliables. En ese momento, cuando las propias Naciones Unidas apenas tenían dos años de existencia, la violencia asolaba Palestina.

Tras estudiar distintas alternativas, la Organización propusio poner fin al Mandato y dividir Palestina en dos Estados independientes, uno árabe palestino y otro judío, y que Jerusalén quedara bajo un régimen internacional. El plan de partición no devolvió la calma a Palestina, y los disturbios desencadenaron una guerra en Oriente Medio que solo cesó gracias a la intervención de la ONU.

Uno de los dos Estados previstos en el plan de partición proclamó su independencia con el nombre de Israel y,en el curso de una serie de guerras sucesivas, amplió su control territorial hasta ocupar toda Palestina. El Estado árabe palestino previsto en el plan de partición nunca llegó a existir y, durante los 30 años siguientes, el pueblo palestino luchó por recuperar sus derechos perdidos.

El conflicto palestino se ha extendido rápidamente por todo Oriente Medio, enfrentando a los Estados árabes con Israel. Desde 1948, la guerra y la destrucción han obligado a millones de palestinos a exiliarse y a las Naciones Unidas a buscar sin descanso una solución a un problema que ha llegado a representar una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

En busca de una solución, la gran mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas han reconocido que la cuestión de Palestina sigue estando en el centro del problema de Oriente Medio y constituye una de las amenazas más graves para la paz a las que se enfrenta la Organización. La opinión internacional es cada vez más consciente de que el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación nacional debe ser reconocido si se quiere restablecer la paz.

En 1947, las Naciones Unidas se comprometieron a encontrar una solución justa para la cuestión de Palestina, tarea en la que sigue trabajando hoy en día.


Fuente: Orígenes y evolución del problema palestino 1917-1988

Cronología

Vídeo

 

La Cuestión de Palestina y la ONU

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