Dos chicas riéndose mientras usan una laptop
 ©UNICEF/uni232347/Noorani

Garantizar un aprendizaje digital público de calidad para todos y mejorarlo

Para garantizar que se ofrezca una educación de calidad como un bien público y un derecho humano, con especial atención en los más marginados, debemos aprovechar el poder de la revolución digital. Así lo afirman Nuestra Agenda Común, del Secretario General, la Hoja de Ruta sobre Cooperación Digital del Secretario General de las Naciones Unidas, la Agenda para el Desarrollo Sostenible, el proceso de la la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, la Declaración Mundial RewirEd sobre la Conectividad de la Enseñanza, y la Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación.

Para hacer avanzar nuestras aspiraciones nacionales e internacionales en materia de educación y aprendizaje a lo largo de la vida, debemos aprovechar los puntos fuertes de la tecnología digital. Esta acción contribuirá a catalizar transformaciones benéficas en diversos aspectos de la educación, como la pedagogía, el plan de estudios, la evaluación, la atención social y la organización del aprendizaje, tanto dentro como fuera de las instituciones educativas formales. Asimismo, ayudará a mejorar los resultados de aprendizaje de los estudiantes, garantizando mejor así que todos aquellos que acceden a la educación, ya sean niños, jóvenes o adultos, adquieran un nivel de alfabetización básico, desarrollen conocimientos y competencias apropiados para sus vidas y medios de subsistencia, y contribuyan a un futuro más sostenible.

Debemos utilizar tres factores claves para liberar el poder de la enseñanza y el aprendizaje digital, hacerlo más accesible universalmente y transformarlo en un pilar más fiable de las experiencias educativas holísticas:

Las plataformas digitales de aprendizaje con contenidos de alta calidad pueden transformar el aprendizaje de niños, jóvenes y adultos. La experiencia de la interrupción educativa debido a la COVID-19 mostró que un gran número de estudiantes no sabe dónde ir o no tiene dónde ir para acceder a los recursos educativos digitales que les permitan continuar sus estudios y satisfacer sus necesidades e intereses. En muchos casos, los contenidos existentes no ofrecen la calidad necesaria, no son accesibles con un teléfono móvil, están mal organizados o alojados en sitios web de pago o en espacios virtuales que recaban y venden indebidamente los datos de los estudiantes, a la vez que los exponen a la publicidad. Una revisión reciente de más de 150 productos de tecnología educativa puso de relieve que cerca del 90 % recurrían a prácticas en materia de datos que ponían en riesgo o infringían los derechos de los niños. Demasiados países no disponen aún de plataformas y contenidos públicos aprobados para el aprendizaje digital.

Para propiciar los enfoques basados en datos empíricos para un aprendizaje digital eficaz que aporte beneficios más allá de los resultados académicos, es necesario desarrollar las capacidades. En todo el mundo, la falta de competencias digitales es uno de los obstáculos más citados para el uso de internet con fines educativos y demás, e incluso suele eclipsar el obstáculo del coste. Una de cada tres personas carece incluso de las competencias digitales más básicas y para aquellos que disponen de competencias digitales hay muy poca formación disponible para que los profesores mejoren sus prácticas pedagógicas para utilizar la tecnología de forma eficaz. Además, las brechas de género en materia de competencias digitales siguen siendo inaceptablemente altas. Las mujeres y las niñas tienen un 25 % menos de probabilidades que los hombres de saber cómo aprovechar la tecnología digital para fines básicos.

La conectividad representa una vía vital para el aprendizaje digital. Sin embargo, a nivel mundial, 2.900 millones de personas no tienen conexión, el 90 % de las cuales viven en países en desarrollo. Además, existen importantes disparidades en relación con la asequibilidad de internet en todo el mundo, de modo que los más pobres suelen pagar las tarifas de datos móviles más altas. Debido en gran medida a las diferencias de acceso y coste, los habitantes de los países ricos utilizan, por término medio, 35 veces más datos digitales que los de los países más pobres. Esta desigualdad de acceso a la conectividad reduce las oportunidades de demasiados jóvenes y adultos de aprender y desarrollar su potencial.

Para avanzar en los tres factores claves, elaboraremos estrategias y presupuestos nacionales con objetivos a corto, medio y largo plazo, con el fin de liberar el poder del aprendizaje digital. Estas estrategias permitirán hacer realidad los siguientes compromisos:

Contenido

  1. Nos comprometemos a establecer y mejorar de forma iterativa las plataformas digitales públicas de aprendizaje con recursos educativos de alta calidad y alineados con el plan de estudios, garantizando que sean gratuitos, abiertos y accesibles para todos, en línea con la Recomendación de la UNESCO sobre Recursos Educativos Abiertos, protegiendo al mismo tiempo la privacidad, seguridad y protección de los datos de los usuarios. Trabajaremos para avanzar en el cumplimiento de este compromiso a través de la iniciativa multisocios "Portales de Aprendizaje Digital Público" (Gateways to Public Digital Learning), lanzada en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación.
  2. Nos comprometemos a garantizar que estas plataformas empoderen a los profesores, los alumnos y las familias, apoyen la accesibilidad y el intercambio de contenidos, y satisfagan las diversas necesidades de los usuarios, incluyendo a los alumnos con discapacidades, los hablantes de lenguas minoritarias, las niñas y las mujeres, así como a los refugiados y las personas sujetas a un movimiento constante.

Capacidad

  1. Nos comprometemos a lograr la alfabetización digital universal para la educación y otros fines de empoderamiento, poniendo especial atención en las mujeres y las niñas, con el fin de cerrar las antiguas brechas de género en materia de competencias digitales.
  2. Nos comprometemos a desarrollar las capacidades de todos los profesores y el personal educativo pertinente para que puedan aprovechar el poder de los recursos digitales para ayudar a sus alumnos a aprender, utilizando las herramientas y alianzas existentes, como el Marco de Competencias de los Docentes en materia de TIC de la UNESCO y la Coalición Mundial para la Educación.

Conectividad

  1. Nos comprometemos a conectar todas las escuelas a internet y a facilitar la ampliación de los servicios de internet a los hogares y las personas para ofrecer más vías de educación y aprendizaje durante toda la vida.
  2. Nos comprometemos a adoptar las iniciativas de todas las instancias gubernamentales y a aprovechar las iniciativas existentes, como Giga (UNICEF y UIT), para implementar las políticas, normativas, tecnologías y financiación necesarias para garantizar que la conectividad escolar sea segura, sostenible y equitativa.

Todos estos compromisos ponen de relieve nuestra determinación de dar prioridad a los estudiantes, profesores y familias marginados. Con demasiada frecuencia, la conectividad y la tecnología benefician primero o exclusivamente a los alumnos y educadores privilegiados, lo que refleja y a menudo amplía la desigualdad educativa, generando más desventajas para los refugiados, los alumnos con discapacidades, las niñas y las mujeres, las comunidades remotas y otros alumnos marginados. Para garantizar que el aprendizaje digital contribuya a cerrar las brechas educativas, trabajaremos para recalibrar nuestras políticas, acciones e inversiones para centrarnos en los más necesitados de oportunidades.