19 de mayo de 2021

Introducción

Los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre las personas de 5 a 29 años, y figuran entre las 10 primeras causas de muerte en todos los grupos de edad. El problema afecta gravemente a los países de ingreso bajo y mediano, donde tiene lugar el 93 % de las muertes en accidentes de tráfico1. En este artículo se analiza el trabajo que está llevando a cabo el sistema de las Naciones Unidas para mejorar la seguridad vial en todo el mundo, y se examina cómo pueden contribuir unas carreteras más seguras al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

El papel del sistema de las Naciones Unidas

La seguridad vial constituye una grave preocupación para las Naciones Unidas. Muchas de las entidades que componen el sistema de las Naciones Unidas contribuyen de forma directa o indirecta a la seguridad vial a través del trabajo que desarrollan en áreas relacionadas con ella, como las ciudades y los asentamientos humanos, la salud infantil, la construcción de carreteras, el empleo, las telecomunicaciones y el medio ambiente. A continuación se destacan cinco funciones interrelacionadas que desempeñan las Naciones Unidas para mejorar la seguridad vial.

La primera consiste en establecer la seguridad vial como una prioridad política. Con el fin de señalar este problema a la atención de los Estados Miembros, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de sus resoluciones 64/255 de 2 de marzo de 2010 y 74/299 de 20 de agosto de 2020, respectivamente, proclamó el período 2011–2020 como el Decenio de Acción para la Seguridad Vial y el período 2021–2030 como el Segundo Decenio de Acción. Para mantener el compromiso político de alto nivel, la Asamblea General acogió además con beneplácito la organización de tres conferencias ministeriales mundiales en el último decenio: la primera se celebró en Moscú el 19 y 20 de noviembre de 2009, de conformidad con la resolución 62/244; la segunda en Brasilia, el 18 y 19 de noviembre de 2015, según lo previsto en la resolución 68/269; y la tercera en Estocolmo, el 19 y 20 de febrero de 2020, con arreglo a la resolución 72/271. La Asamblea apoyó asimismo diversos actos de promoción a escala mundial, como las Semanas de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial y el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico. En 2015, el Secretario General de las Naciones Unidas nombró un Enviado Especial para la Seguridad Vial con el objetivo de elevar el nivel del compromiso político en la materia. En su resolución 74/299, la Asamblea General decidió convocar una reunión de alto nivel en 2022 para movilizar a los líderes políticos en favor de la seguridad vial.

La segunda función es el establecimiento de normas y reglamentaciones técnicas, así como el desarrollo de orientaciones técnicas basadas en pruebas científicas. Numerosas entidades de las Naciones Unidas contribuyen a estas iniciativas, que abarcan todas las cuestiones que intervienen en la consecución de mejoras sostenibles en la seguridad vial. Las orientaciones y las herramientas normativas están relacionadas, entre otros aspectos, con la infraestructura viaria, los vehículos y sus componentes, el comportamiento de los usuarios de las vías, el transporte de mercancías peligrosas, los conductores profesionales y la respuesta tras un accidente.

La tercera función consiste en alentar a los Gobiernos a formular y aplicar políticas favorables a la mejora de la seguridad vial. En este sentido, el sistema de las Naciones Unidas, a través de las diversas entidades que lo integran, ayuda a los Estados Miembros a mejorar su gobernanza y sus sistemas de datos, a evaluar su situación en materia de seguridad vial, a reforzar su legislación y a fortalecer su capacidad para elaborar y aplicar planes de seguridad vial.

La cuarta función es la movilización de diversos agentes del sector privado, el mundo académico y la sociedad civil para llevar a cabo intervenciones eficientes en pro de la seguridad vial. Esta función se centra en instar a los agentes no estatales a integrar sistemáticamente la seguridad en sus modelos operacionales, por ejemplo, a través de sus prácticas de contratación y las operaciones de sus flotas. Existen diferentes vías para facilitar el diálogo entre las Naciones Unidas y las partes interesadas en la seguridad vial a escala mundial. Una de ellas ha sido el Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, una plataforma informal moderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, de conformidad con la resolución 58/289 de la Asamblea General, se encarga de coordinar las cuestiones relacionadas con la seguridad vial en el seno de las Naciones Unidas.

Esta función conlleva la movilización de fondos procedentes de diversas fuentes con el fin de apoyar la aplicación del enfoque coordinado de las Naciones Unidas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial es un elemento fundamental para el éxito de estos esfuerzos.

La quinta función consiste en animar a los Estados Miembros a que continúen actuando en el ámbito de la seguridad vial, examinando e informando periódicamente sobre los avances logrados en este terreno. Esto se lleva a cabo mediante la presentación de informes periódicos del Secretario General2 y una serie de informes mundiales sobre el estado de la seguridad vial3. En un contexto en el que los sistemas continúan evolucionando, por ejemplo, debido a cambios en la población, el clima, los ingresos o las innovaciones tecnológicas, es particularmente importante realizar un seguimiento de la situación de la seguridad vial en los diferentes países. Para evaluar los efectos de dichos cambios, los Estados Miembros deberán analizar constantemente su situación en materia de seguridad vial con objeto de asegurarse de que la evolución de sus sistemas se traduce en un nivel de seguridad adecuado o más elevado.

Logo del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030. © Organización Mundial de la Salud

Pese a que muchas entidades de las Naciones Unidas están implicadas en la seguridad vial, el sistema de las Naciones Unidas tiene todavía margen de actuación para ayudar a los países a mejorar en este ámbito. Para ello deberán intensificar las funciones existentes e integrar la seguridad vial en sus programas, en el caso de que no lo hayan hecho aún. La iniciativa Una ONU, que garantiza la coordinación de los programas y planes de los diversos organismos, ofrece un mecanismo viable para organizar el apoyo a los Estados Miembros en la esfera de la seguridad vial, entre otras.

¿Pueden unas carreteras más seguras facilitar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Si se consigue la seguridad vial —y se cumplen las metas conexas 3.64 y 11.25 de los ODS— los beneficios potenciales para los ciudadanos se extenderán más allá de su seguridad personal. Por ejemplo, una red vial segura, eficiente y que dé respuesta a las necesidades de transporte de todas las personas facilita el acceso a la educación (metas 4.2 y 4.3 de los ODS), la atención de la salud (meta 3.8) y la alimentación (meta 2.1) de manera equitativa (meta 9.1). Dicha red, además, conecta todas las zonas de un país, contribuyendo a establecer vínculos económicos, sociales y ambientales entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales (meta 11.a).

Sin embargo, resulta imposible lograr la seguridad vial sin abordar simultáneamente otros asuntos que también se tratan en la Agenda 2030. Los países que han alcanzado un nivel de seguridad satisfactorio necesariamente habrán resuelto también muchos otros problemas, como la corrupción (meta 16.5 de los ODS), la toma de decisiones participativa e inclusiva (meta 16.7), toma de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades en las instituciones (meta 16.6) y los aspectos relativos a la financiación (meta 17.1). También es probable que hayan abordado temas como la sostenibilidad de las ciudades (ODS 11), la acción por el clima (ODS 13) y las cuestiones de género (ODS 5), que deben considerarse en la planificación del transporte para asegurar que se encuentren soluciones sostenibles y equitativas. Todos estos elementos contribuyen a mejorar la seguridad vial de forma eficiente y sostenible.

Aunque se pueden proporcionar más ejemplos, la cuestión crucial es que la movilidad es una función básica y una parte fundamental de lo que ocurre en las carreteras. Unas carreteras seguras contribuyen a la consecución de varios de los objetivos sociales, económicos y ecológicos recogidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Como se reconoce en la Agenda 2030, existen diversas vías para alcanzar el desarrollo sostenible6. Por lo tanto, cada Estado Miembro debe determinar la trayectoria más adecuada para avanzar, cerciorándose de crear sinergias entre los diferentes programas ambientales y de desarrollo.

En este inicio del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, cuyo objetivo es reducir las muertes y lesiones en las carreteras en al menos un 50 % de aquí a 2030, existe la expectativa de que el sistema de las Naciones Unidas continúe trabajando en el ámbito de la seguridad vial, contribuyendo de ese modo no solo a reducir las muertes y lesiones en las carreteras, sino también a garantizar la disponibilidad de carreteras más seguras en todas las partes del mundo para impulsar la sostenibilidad económica, ecológica y social.

Notas

1 Organización Mundial de la Salud, Global Status Report on Road Safety 2018 (Ginebra, 2018), pág. 7. Disponible en https://www.who.int/publications/i/item/9789241565684.

2 El informe más reciente del Secretario General sobre el mejoramiento de la seguridad vial (A/74/304) está disponible en https://undocs.org/en/A/74/304.

3 El más reciente de ellos es el titulado Global Status Report on Road Safety 2018 (Ginebra, 2018). Disponible en https://www.who.int/publications/i/item/9789241565684.

4 La meta 3.6 del ODS 3 insta a educir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo.

5 La meta 11.2 del ODS 11 insta a proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.

6 A/RES/70/1, párr. 59: “Reconocemos que cada país dispone de diferentes enfoques, visiones de futuro, modelos e instrumentos para lograr el desarrollo sostenible, en función de sus circunstancias y prioridades nacionales”.

 

La Crónica ONU  no constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, así como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los artículos no implican necesariamente un apoyo o una aceptación por parte de las Naciones Unidas.