Nota de antecedentes sobre las reuniones de los miembros del Consejo de Seguridad con arreglo a la "fórmula Arria"
Las reuniones realizadas con arreglo a la «fórmula Arria» son una práctica relativamente reciente de los miembros del Consejo de Seguridad. Al igual que las consultas oficiosas del pleno del Consejo de Seguridad, este tipo de reunión no está prevista en la Carta de las Naciones Unidas ni en el reglamento provisional del Consejo de Seguridad. Sin embargo, con arreglo del Artículo 30 de la Carta, el Consejo es responsable de su propio reglamento y establece sus prácticas a su entera discreción.
Las reuniones celebradas con arreglo a la «fórmula Arria», de carácter muy oficioso, permiten a los miembros del Consejo de Seguridad cambiar impresiones de manera franca y confidencial, en un marco flexible en materia de procedimiento, con personas a las que, en opinión del miembro o miembros del Consejo que cursan la invitación (quienes también actúan como moderadores u organizadores) resultaría interesante escuchar o a quienes podrían desear transmitir un mensaje. Estas reuniones ofrecen a los miembros del Consejo que estén interesados la oportunidad de participar en un diálogo directo con los altos representantes de los gobiernos y las organizaciones internacionales, a menudo previa solicitud de estos últimos, así como con las partes no estatales, sobre cuestiones que les afectan y que están comprendidas en el ámbito de responsabilidad del Consejo de Seguridad.
El proceso debe su nombre a Diego Arria, Embajador de Venezuela, quien, como representante de este país en el Consejo (1992-1993), inició la práctica en 1992. Aunque el propio Embajador Arria había convocado, en calidad de Presidente del Consejo de Seguridad en ese período, una reunión con arreglo a la «fórmula Arria» en 1992, la práctica reciente sugiere que es preferible que este tipo de iniciativa parta de un miembro del Consejo que no sea el Presidente. El miembro convocante también preside estas reuniones.
Las reuniones celebradas con arreglo a la «fórmula Arria» se distinguen de las consultas del pleno en los siguientes aspectos:
- Estas reuniones oficiosas, que no constituyen una actividad del Consejo, se convocan por iniciativa de uno o varios miembros del Consejo de Seguridad. Cada miembro decide si participa en estas reuniones y se han dado casos en los que los miembros han optado por no asistir.
- Las reuniones se celebran en una sala de conferencias, y no en la sala de consultas del Consejo de Seguridad.
- El convocante cursa una invitación por escrito a los otros 14 miembros en la que se indica el lugar, la fecha y la hora de la reunión con arreglo a la «fórmula Arria», así como el nombre de la parte que intervendrá, mediante un fax enviado por su Misión, en lugar de mediante una notificación de la Secretaría.
- No se anuncian en el Diario de las Naciones Unidas.
- A no ser que se los invite, no se espera que los miembros de la Secretaría asistan, a excepción de los intérpretes y un oficial de conferencias.
Fuente: Texto oficioso de 25 de octubre de 2002, preparado por la Secretaría de las Naciones Unidas.