Impacto y prevención

El papel preventivo de la educación

Como la historia nos ha demostrado, el genocidio y las atrocidades en masa comienzan con expresiones de odio. Esto recalca nuestra responsabilidad colectiva de abordar el discurso de odio actual con el fin de evitar cualquier posible daño en el futuro. Pero contrarrestar discurso de odio requiere efectivamente de un enfoque integral que no se refiera solo a la legislación. Debe centrarse también en la prevención.

La Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas para la lucha contra el Discurso de Odio enfatiza el poder transformador de la educación como un instrumento para abordar las causas profundas de este fenómeno y sus desencadenantes. Tiene como objetivo fomentar sociedades justas, pacíficas e inclusivas para todos, en línea con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Abordar la cuestión del discurso del odio desde una perspectiva educativa implica reforzar las políticas y los programas educativos con medidas específicas que traten y contrarresten el discurso de odio. Puede basarse en las iniciativas Educación para la Ciudadanía Mundial y alfabetización mediática e informacional. Puede incluir enfoques dirigidos a múltiples partes interesadas, disciplinas y a todos los miembros de la sociedad. Además, puede sacar provecho de actividades que ayuden a los jóvenes a comprometerse con los medios de comunicación y la información, a desarrollar un pensamiento crítico y un aprendizaje de por vida, volviéndose ciudadanos activos que apoyen la paz y los derechos humanos.

Puesto que los entornos en línea se han convertido en un gran caja de resonancia de una retórica del odio, reforzar la alfabetización mediática e informacional como parte de una educación para la ciudadanía global es ahora más importante que nunca. Las audiencias necesitan saber cómo analizar de forma crítica y contrarrestar esa incitación al odio, tanto en Internet como fuera de él. En el mundo digital, la alfabetización mediática e informacional supone un instrumento clave para crear resiliencia contra discurso de odio. Empodera a los ciudadanos y los dota de habilidades críticas para valorar la información y desarrollar un sentido de la responsabilidad sobre el comportamiento de uno mismo en Internet.

La creación de una ciudadanía digital requiere fomentar el conocimiento y la comprensión de los derechos humanos y nuestra libertad de expresión. Esto puede lograrse a través de una educación en derechos humanos y un aprendizaje tanto social como emocional, poderosas herramientas para abordar y contrarrestar aquellas prácticas y normas sociales que resulten nocivas, incluso en situaciones de crisis.

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“La educación puede contrarrestar el odio porque esta contribuye a inculcar a los niños y jóvenes los valores de respeto por la diversidad, la coexistencia pacífica y el diálogo.”

— Alice Wairimu Nderitu, Asesora Especial para la Prevención del Genocidio, octubre de 2021

“Los educadores son nuestra primera línea de defensa para evitar que arraigue el discurso del odio. La educación puede desarrollar en los jóvenes un pensamiento crítico que les permita distinguir los hechos de la ficción y las noticias reales de las falsas.”

—Secretario General de las Naciones Unidas, octubre de 2021

“Una respuesta normativa es esencial, aunque no suficiente.”

— Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, 26 de octubre de 2021